Vine con un café hasta esta banca en
la que nos conocimos,
Nuestras miradas se cruzaban a mitad
del camino,
Tropezaste conmigo y solté el café
para evitar tu caída,
Me miraste y no dijiste nada, sólo
se te ocurrió sentarnos en la banca,
Platicamos por minutos, horas y días
en ese lugar,
Te llevaba rosas todos los días y tú
las olías y agradecías.
Aquella tarde grandiosa en la que
empezó a llover,
Saqué mi paraguas para cubriste de
la lluvia, y te acompañé a casa,
Me miraste y me besaste, yo me dejé
llevar, no hubo otro día,
Solos tú y yo, en la casa que un día
fue de los dos, respeté esa decisión
No querías mudarte y me impusiste tu
casa, fue la única opción que me dejaste,
No me importó porque siempre admiré
los momentos en los que sonreías
Levantabas la mirada y me besabas,
recuerdo tantos momentos en la playa,
En los que compartimos el sol, y
esos detalles al hacer el amor.
Te agradezco la llegada de nuestro
primer bebé, nuestros momentos bellos con ese
Pequeñín que nos llegó como una
bendición, besar tu pancita con nuestro retoño ahí.
Y cuando las tormentas cayeron sobre
nosotros, cuando pensamos rendirnos,
Cuando las cosas se pusieron mal, no
supimos actuar, pero ese hijo nos dio motivos
Para seguir creyendo uno en el otro,
es por tanto y tanto que te amo, sé que ahora
La estamos pasando mal, tu
enfermedad no te deja estar aquí, y te tengo aquí
En mi corazón, en una fotografía
cuando éramos jóvenes, cincuenta años
Han pasado desde que me robaste la
mirada, desde que no fui el mismo
Desde que soy una persona diferente
y todo gracias a ti, te amo, no lo olvides.
Bolaños Gutiérrez
Tu Voz, El Viento Y Mis Poemas.
(Bolaños Gutiérrez José Roberto, 24/Julio/2014).
Foto:
No hay comentarios:
Publicar un comentario