Ya son tantos los recuerdos que
tengo por contar,
Uno de ellos es el cómo llegué a
conocer a la mujer perfecta,
¿Quieres saberlo?, pues te lo voy a
contar,
La historia dice más o menos así.
Navegaba por los lugares más oscuros
de mi memoria
Mientras cantaba un par de canciones
para alegrar el momento,
Encontré un camino que se iluminaba
por la luz y decidí seguirlo,
Llegué hasta un parque en una zona
muy céntrica de una ciudad,
Y ahí estaba ella, en el momento
exacto en el que la necesitaba,
Con esa mirada fija en un libro que
disfrutaba bastante,
Me acerqué para hablarle y ella me
sonrió, me invitó a sentarme y le hice caso,
Mientras platicaba con ella, la
miraba a los ojos y minuto a minuto sabía que era ella
La que yo necesitaba, la chica
perfecta para mí.
Tomó de mi mano y escribió su número
telefónico, me besó la mejilla y se despidió,
Yo sólo la miré, me quedé
impresionado con lo que había pasado.
A la mañana siguiente le llamé a su
celular, me contestó y aceptó tomar un café conmigo,
Oh, aun recuerdo el olor del perfume
que usaba ese día, recuerdo que su cabello
Se mecía tiernamente con el viento
que le soplaba para conspirar con mi universo,
Llevé en mi cuadernillo un pequeño
poema para acompañar la merienda,
Inspirado en sus ojos, en su cabello
y en sus mejillas, me había enamorado de ella.
Procedí a leerle el poema, se quedó
sin palabras, y se sonrojó, caí rendido ante ella.
Llevaba meses, quizá años sin
sentirme así, y esa niña lo logró en cinco minutos,
Ella tiene magia, me ha encantado
con su mirada y me ha enamorado con su voz,
He entorpecido mis palabras y voy en
busca de una flor.
—¿Quisiera usted aceptar esta flor y
aceptar a este iluso corazón? —le pregunté—.
—Es usted muy gentil, acepto la flor
y le entrego mi corazón.
—No sé qué decir, estoy anonadado.
—No diga nada que los dos nos hemos
enamorado.
Desde ese día compartimos un café por
las mañanas, platicamos de miles de cosas,
En especial de esa boda soñada.
Y justo en aquél momento volví a
sonreír, ella lo había logrado
En la actualidad sigo de ella
enamorado,
Ya son 20 años compartiendo estos
cafés matutinos,
Y cada día que pasa más recuerdo
aquél día, y a diario es mejor que en aquél Momento, pues hemos fundado un
palacio en el corazón, de un tierno detalle en aquella flor.
Bolaños Gutiérrez
Tu Voz, El Viento Y Mis Poemas.
(Bolaños Gutiérrez José Roberto, 17/Julio/2014).
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