Estaba sentada en aquél café, tú
llegaste de la nada, tropezaste con mi bolso y me pediste disculpas, te miré,
no sé qué me llamo la atención de ti, pero me tenías muerta de curiosidad. Me
levanté de mi silla y fui a tu lado, te pedí permiso para sentarme en esa
silla, después de una plática bastante extensa, comencé a sentir que ya no era
la misma, sentía que podía hacer cosas que antes no me atrevía a hacer. Sueños
después, tu y yo nos convertimos en esos jóvenes con promesas de amor, esos
sueños de café que me envuelven y no me dejan despertar por ese motivo estoy
agradecida.
Todo iba bien, hasta que llegó aquél
12 de Abril, ya no eras el mismo, ya no te sentía, creí que te había perdido y
de manera impulsiva decidí terminar la relación, era lo más sano en aquél entonces.
Tardes pasaron, llegó el verano,
ninguna llamada en mi buzón, ningún mensaje en mi computadora. Llegó el
invierno y la situación ya estaba más que fría, te extrañaba, vivía añorando
tus besos, tu mirada, tus celos y esos abrazos que me reconfortaban cuando me
sentía perdida.
Los años pasaban y mi vida
también, mi corazón estaba congelado de tanto frío que de tu parte recibió. Te
cuenta historia porque siento que los dos vivimos esperando, pero llegó alguien
que me cambió la vida, pero no eras tú y ese ya era un problema muy grande,
otro de mis problemas es que viví esperando, no me atreví a hablar, por orgullo
o por miedo a tu rechazo.
Pero el destino es tan sabio que
en aquél día nos reunimos de nuevo en el mismo café, llegamos sin cita ni
reservación, me senté en aquella mesa de aquél día y tú llegaste, me provocaste
una gran sonrisa, compartimos números de teléfono y nos fundimos en aquél
abrazo acompañado de un beso apasionado, fue un lindo día. El único problema
era que los dos hicimos nuestras vidas.
Desde ese entonces volvemos a
estar en contacto, con ese amor añejo, con esas copas de vino que nunca se
abrieron, que estuvieron ahí esperando, esperando por nosotros.
Agradecimiento:
Mi entera gratitud a Eliza Gonzalez que me confió parte de su historia y quien me pidió que escribiera sobre ella, le agradezco la confianza que me otorgó para hacer este trabajo.
¡Muchas Gracias!
Bolaños Gutiérrez José Roberto
De Tu Mano
Foto:
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