Salí de la habitación con un rostro lleno de preocupación
Tu mirada ya no era la misma, ya no se denotaba esa ilusión
Vaya noche la que tuve en mi recamara
Voleaba al otro extremo de la cama y solo estaba en ella tu almohada
Qué triste se torna la vida a veces
Cuando las acciones te dan beneficios propios y los tomas con gratitud
Y ahí está el mal como siempre para endeudarte con creces
Y no le basta con eso, también te cobra con altos intereses
Tomé mi pluma, esa que guardo en el estudio
Con las que te he escrito miles de poemas por las noches
Mientras en el papel chorrea la tinta, en mi mente merodea la idea de un suicidio
Nunca pensé que éste sería el final de nuestra historia, por eso mi rostro tapo con mis manos
Entré al hospital con el rostro lleno de preocupación
Una llamada me conmovió es por eso que vengo a verte
Rosé tus manos cansadas, ya frías y sin vida
Acaricié tu rostro y de inmediato te llevaste la mía
Quise salir de la habitación a la brevedad pero tu recuerdo me pedía que me quedara
Unas letras quise escribir para tu mejoría antes de que todo esto me impactara
En ella te agradecía cada caricia, cada abrazo y cada momento en que me acompañabas
A cada paso, a cada poema, a cada instante en el que me besabas, siempre ahí estabas
Perdona aquellas palabras que algún día te dije
Perdona mis molestias sin sentido que en ocasiones te dejaban el corazón partido
Aquella noche ordené el papeleo para llevarte conmigo, ahora tienes que partir
Mientras tanto yo camino hacia el coche y en mis manos llevo el poema que nunca te escribí.
Bolaños Gutiérrez
Mundos Lejanos
(Bolaños Gutiérrez José Roberto, 08/Mayo/2014).
Foto:
Tu mirada ya no era la misma, ya no se denotaba esa ilusión
Vaya noche la que tuve en mi recamara
Voleaba al otro extremo de la cama y solo estaba en ella tu almohada
Qué triste se torna la vida a veces
Cuando las acciones te dan beneficios propios y los tomas con gratitud
Y ahí está el mal como siempre para endeudarte con creces
Y no le basta con eso, también te cobra con altos intereses
Tomé mi pluma, esa que guardo en el estudio
Con las que te he escrito miles de poemas por las noches
Mientras en el papel chorrea la tinta, en mi mente merodea la idea de un suicidio
Nunca pensé que éste sería el final de nuestra historia, por eso mi rostro tapo con mis manos
Entré al hospital con el rostro lleno de preocupación
Una llamada me conmovió es por eso que vengo a verte
Rosé tus manos cansadas, ya frías y sin vida
Acaricié tu rostro y de inmediato te llevaste la mía
Quise salir de la habitación a la brevedad pero tu recuerdo me pedía que me quedara
Unas letras quise escribir para tu mejoría antes de que todo esto me impactara
En ella te agradecía cada caricia, cada abrazo y cada momento en que me acompañabas
A cada paso, a cada poema, a cada instante en el que me besabas, siempre ahí estabas
Perdona aquellas palabras que algún día te dije
Perdona mis molestias sin sentido que en ocasiones te dejaban el corazón partido
Aquella noche ordené el papeleo para llevarte conmigo, ahora tienes que partir
Mientras tanto yo camino hacia el coche y en mis manos llevo el poema que nunca te escribí.
Bolaños Gutiérrez
Mundos Lejanos
(Bolaños Gutiérrez José Roberto, 08/Mayo/2014).
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