El sonido de la cafetera detallaba con gran
apuro mi adicción al café por la tarde, ha sido un día nublado, de esos que
perturban la paz, en los que existe el temor de una lluvia sin control, aunque
nada de eso ha pasado, el frío se ha hecho presente día tras día, me encuentro
en la sierra madre occidental en México, lugar que me ha maravillado con su
impresionante e imponente flora y fauna, es de estos lugares que me enamoran.
Aunque no estoy aquí por diversión, estoy
aquí tratando de huir de problemas algo serios, en unos cuantos segundos mi
vida se vino abajo, perdí a mi familia, a la persona que tanto amo, todo, lo
perdí todo. Me encuentro varado en un mar de sentimientos y desesperanza, es un
bache que al parecer es insuperable, me cuesta creer todo lo que me ha pasado
en cuestión de segundos, un día eres muy exitosa, lo que cuesta meses en
construir, en fracciones de segundos se derrumba.
¿Y qué pasó?, solamente el cantar de los
días y el tararear del tiempo me hará sanar, he de tener un tiempo prolongado
de introspección, llenaré mis praderas de calma y volveré al ruedo algún día,
por lo pronto me quedo aquí, en este calor incesante del desencuentro y la desesperación,
tendré que aprender a caminar de nuevo, tendré que salir, lo necesito, lo
quiero así.
José Roberto Bolaños Gutiérrez, 2017
Nuevo Vallarta, Riviera Nayarit, México
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