Ayer, en la soledad de mis noches
Escribía mis poemas de irremediable inspiración,
Me di cuenta de mis tristezas, me duele el corazón
Cuando recuerdo que ya no estás, ya no hay reproches
Ya no hay historias de amor
Sólo reclamos, lamentos
Que nacen desde lo más profundo del corazón
Y aquella melodía, aquella que suena todo el día
Y hace que mi mente vuelva a recordarte,
Es cuando me doy cuenta que no he dejado de amarte,
Viene y va por mi mente esa maldita canción
Esa que me recuerda a ti, esa que me quita la alegría
Ya no es un buen día para escribir
Al menos, no para ti,
No para quien disparó la última bala
No para quien me hizo jugar a la ruleta rusa
Dejaste en mi piel una herida mortal
Una herida que se cura con el tiempo,
Entre más pasa, más me dueles
Eso no es una cura realmente,
Yo no sé mandar al olvido
Así que seré yo quien se mude al vacío,
A ese lugar frío del que nunca debí salir,
En ese lugar en el que siempre debí existir.
Esta noche es la noche de los lamentos
En la que en el papel escribo mis tormentos,
Mis pesadillas, mis miedos,
Mis fracasos, mis deseos,
Esta noche ya no escribiré poesía,
Oh, espera, ya acabo de hacerlo.
Bolaños Gutiérrez José Roberto (07/Septiembre/2014)
De Tu Mano.
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